En este artículo vamos a hablar sobre el kit de plástico de Tiger I que comercializa la nueva casa Rubicon Models.
El primer contacto con el producto es notablemente positivo. La caja es solida y correctamente maquetada con ilustraciones de primer orden e información clara sobre los contenidos.
Quizá, sobre todo una vez acabado el montaje, se echa en falta una fotografía del modelo en cuestión para completar la imagen un tanto idealizada que aportan las ilustraciones.
La caja contiene un libreto de instrucciones, una lamina con multitud de calcamonias y las cuatro matrices que componen el kit propiamente dicho.
Se nos ofrece la posibilidad de montar el vehículo en tres encarnaciones: temprana, media y tardía incluyendo la opción de filtros Feifel para las unidades desplegadas en el escenario africano.
También se incluyen dos juegos completos de orugas en sus versiones de goma y de acero.
Tras meditarlo decidí montar el modelo mas tardío, dado que no creo que coleccione mas Tigers en esta escala me decanté por su aspecto más emblemático.
La numeración de las piezas y las instrucciones hacen del montaje una experiencia realmente sencilla y satisfactoria.
Con un mínimo de planificación se puede trabajar simultaneamente en el chasis y en la torreta preparando las piezas de uno mientras se seca el pegamento en la otra y viceversa.
Un detalle mejorable es que la boca del cañón no viene perforada, nada que no se solucione en cinco minutos con un taladro de mano y una lima redonda.
El único paso de las instrucciones que altere fue el montaje de la ametralladora auxiliar en la torreta que es de lejos el detalle mas delicado de todo el modelo y que deje para el final del proceso.
Un detalle que me ha resultado muy interesante son las secciones de orugas accesorias que se incluyen para pegar en los lados de la torreta en caso de desearlo. Una vez separadas de la matriz se pueden doblar y dar forma con los dedos con una facilidad y efectividad pasmosa.
En la siguiente imagen podéis ver el modelo terminado junto al Panther A de Warlord.
Los dos vehículos conservan la escala correcta y podrían pertenecer a la misma gama perfectamente, al contrario que el Tigre de resina de Warlord que es un tanto canijo.
La llegada de productos de calidad como estos se suman al advenimiento de catálogos mas variados de vehículos en escala 1/56 y nos permiten olvidarnos de los kits de resina por lo menos de los modelos mas usados, lo que me parece una muy buena noticia.
Me alegro de que sea un buen modelo. Tengo el Tiger de Warlord y me resulta ridículo. Me llevé un chasco enorme cuando lo vi. Le tengo tanta manía que seguramente lo sustituya por éste.
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